Reflexiones para el Día Mundial de la Salud Mental

Hoy no quiero hablarte como psicóloga.
Hoy quiero escribirte como alguien que también se ha sentido saturada, ansiosa, confundida, perdida.
Como alguien que también ha tenido días donde lo único que uno quiere es poner todo en pausa.
La salud mental no es solo un concepto clínico.
Es eso que sientes cuando respiras hondo y algo dentro de ti se suelta.
Es poder decir «no estoy bien» sin culpa.
Es dormir con la mente en silencio.
Es no tener que fingir fuerza todo el tiempo.
Hoy, en el Día Mundial de la Salud Mental, no quiero llenarte de consejos (aunque podría).
Quiero proponerte algo más difícil:
Escucharte. De verdad.
Hazlo como cuando pones tu canción favorita y te dejas llevar.
Como cuando te tomas un café y no revisas el teléfono.
Como cuando te permites llorar sin tener que justificarte.
La salud mental no siempre se ve.
No siempre se diagnostica.
Pero siempre se siente.
Hoy te invito a que seas más amable contigo.
No mañana, no cuando «todo esté bien», no cuando termines la lista de pendientes.
Hoy.
Si hay algo que he aprendido acompañando a otras personas en terapia es esto:
✨ Todos estamos luchando una batalla invisible.
Y si logramos vernos con más ternura (aunque sea un poquito), ya estamos haciendo algo valioso.
Así que no, no necesitas estar siempre bien.
Solo necesitas saber que puedes pedir ayuda.
Y que no estás sola/o.
Con cariño,
Nagore 💙
Psicóloga que también se da permiso para no tenerlo todo resuelto.